
Elpoderbanilejo.com La publicidad es el sustento de la mayoría de los medios de comunicación y de sus protagonistas, lo que permite que éstos se mantengan “a flote”.
El gobierno es el mayor suplidor de publicidad en nuestro país, y nuestra provincia Peravia no escapa a esta condición.
Los políticos “líderes” en cada demarcación distribuyen la publicidad a su antojo y como crean que les conviene, y hasta ahí pudiéramos entenderlos.
Pero entre el manejo del PLD y el PRM existe una marcada diferencia y, como banilejo, vamos a abordar las diferencias de ambos bandos en la provincia Peravia.
En el pasado gobierno del PLD, la publicidad la manejó y distribuyó el exsenador Wilton Guerrero. En la actualidad, y en los pasados 4 años, la publicidad del gobierno del PRM la manejó y la maneja el actual senador Julito Fulcar.
Ahhh, pero aquí viene la diferencia: Wilton, ya sea por su voluntad o por la asesoría (creo en esta última) de quienes estaban a su lado, siempre hacía llegar publicidad a la gran mayoría de medios, incluso a los considerados como “enemigos de su gestión”.
Quien suscribe fue, en muchas más de una ocasión, adversario a algunas de sus ejecutorias, al margen de que fui siempre relacionador público de Milcíades Franjul, quien siempre lo adversó en el PLD; sin embargo, eso no detuvo que siempre nos mantuviera un pequeño aporte a nuestros espacios desde la oficina senatorial, mientras estuvo en la misma, al margen de la publicidad del gobierno central que nos hacían llegar.
Hoy día, la publicidad del gobierno la distribuye el senador Julito Fulcar de manera exclusiva a su equipo, sus allegados y los que necesariamente estén afines con sus propósitos.
Más de uno diría: “Pero es lo correcto, es a su gente que tiene que dárselo”.
Desde mi punto de vista, eso tiene sus “bemoles”: lo primero es que tanto el senador actual como sus seguidores, al parecer, olvidan que él tiene la intención de repostularse y que, por demás, en un momento determinado abandonarán el poder… y la vida continuará.
Muchos de los que hoy reciben su apoyo en este sentido, también lo recibieron en los gobiernos del PLD, y eso no está mal. Lo cuestionante es su indiferencia con sus “colegas” y, más aún, que estén alimentando el desprecio por los mismos.
El senador Julito Fulcar y su séquito pueden seguir manejando la publicidad como a él o a ellos se les antoje, pero que tengan muy presente que los cargos son pasajeros, y en pueblos pequeños como Baní es muy frecuente “verse la cara”.
La historia se escribe con hechos, y los pueblos (medios, comunicadores, periodistas) saben pasar factura.
Ya veremos…

