Elpoderbanilejo.com Por Anthony Franco Por Anthony Franco Hace apenas unos años leyendo el libro “Liderazgo Principios de Oro” del destacado orador y escritor estadounidense John C. Maxwell, me encontré con un poema extremadamente interesante, titulado “El Constructor de Puentes “escrito por la poeta Will Allen Dromgoole.
El poema cuenta la historia de un anciano que en medio de una barranca, con el día frío y nublado, optó por construir un puente por donde atravesaba un lúgubre arrollo, para que hiciera más seguro atravesar la corriente.
Un viajero que pasaba por allí, le cuestionó manifestando que su viaje había terminado, que era una pérdida de tiempo, porqué nunca más iba a pasar por esa vía. El anciano constructor, levantó la cabeza y le respondió: “Es que por este mismo camino”,“Noté que hace algunas horas me trataba de alcanzarUn jovencito inexperto que por acá ha de cruzar.Este profundo barranco para mí no ha sido nada,Más para el joven que viene será una encrucijada.En las sombras pasará cuando llegue aquí,Es por eso que para él este puente construí”
¡Qué gran moraleja!
Los experimentados, los que han lidiado con fuertes vicisitudes en la vida, los que han llegado. ¿Por qué intentar cerrarles las puertas a jóvenes soñadores con el marcado interés en progresar? ¿Por qué actuar con odio y repudio? ¿Por qué no mirar el corazón de esos jóvenes con anhelos de hacer un buen trabajo a favor de la patria? ¿Por qué no facilitarle oportunidades para que desarrollen?
El transitar por la vida es tan corto. Las riquezas, puestos y privilegios tienen fecha de caducidad.
Salomón, uno de los reyes más sabios y poderosos, en sus últimos días de vida, dijo: “Vanidad, vanidad de vanidades, todo es vanidad”